DE CONCILIACIÓN Y CORRESPONSABILIDAD

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Son cada vez más las empresas que se acercan a la conciliación laboral, con la intención de poner en marcha medidas, incluso planes enteros bien diseñados y gestionados, que faciliten la igualdad real de trabajadoras y trabajadores. Se destina presupuesto, tiempo y esfuerzo para mejorar los planes de carrera de las mujeres, se fomenta el liderazgo femenino, se intenta terminar con la brecha salarial, que a veces sitúa económicamente a hombres y mujeres a años luz, y también con la segregación, ya sea por los obstáculos para que accedamos a puestos de responsabilidad o porque no se nos valore a nivel social ni económico.

Pero para que se dé la conciliación real, la laboral, la familiar y la personal, para que mujeres y hombres mejoren su calidad de vida desde sus puestos de trabajos hasta su tiempo de ocio, pasando por sus espacios personales y domésticos, es necesaria además de la voluntad de las empresas, la de las personas. Y en concreto la de los hombres. La corresponsabilidad social va más allá de la conciliación. La corresponsabilidad pone el acento no ya en las mujeres, sino más bien en los varones. Tomar partido en las labores domésticas y familiares facilita el equilibrio en el hogar y, en definitiva, apoya el crecimiento personal y profesional de sus compañeras de vida, ya sean madres, hermanas, amigas o parejas. Y también en las empresas. Una política corresponsable a nivel empresarial supone fomentar la contratación de mujeres, favorecer su acceso a puestos de alto nivel, impulsar el desarrollo de sus carreras profesionales con procesos de mentoring, coaching, y un largo etcétera.

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Sabemos que es una tarea ardua, que requiere un profundo cambio sociocultural y de mentalidad, sabemos que el proceso es lento y el camino largo, pero merece la pena. La conciliación y la corresponsabilidad son dos de las claves para construir una sociedad más justa, equilibrada e igualitaria, una sociedad donde mujeres y hombres disfruten de los mismos derechos y deberes. Todo ello repercutirá siempre en el beneficio de las empresas, las familias y en definitiva la sociedad, porque de esta manera estaremos transformando a las personas desde la raíz. Al final estaremos invirtiendo en felicidad social. Tan sencillo (y tan complicado) como eso.

Algunas definiciones:

  • Corresponsabilidad: reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, la educación y el afecto de personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres.
  • Conciliación: es una estrategia que facilita la consecución de la igualdad efectiva de mujeres y hombres, y se dirige a conseguir una nueva organización del sistema social y económico, donde mujeres y hombres puedan hacer compatibles las diferentes facetas de su vida: el empleo, la familia, el ocio y el tiempo personal.
  • Brecha salarial: se refiere a las diferencias salariales entre mujeres y hombres, tanto en el desempeño de trabajos iguales como la producida en los trabajos “feminizados”.