Una de las labores que más debe serle reconocida a los movimientos feministas es la de haber visibilizado y dado valor a cientos de trabajos realizados por mujeres, a lo largo de toda la historia, en todo el mundo y pertenecientes a estratos sociales diversos. Trabajos que han pasado desapercibidos y que, de forma prácticamente sistemática, han sido minusvalorados y despreciados.
Así, las feministas han luchado, y siguen haciéndolo, por situar a los trabajos domésticos, de apoyo afectivo y emocional, de cuidados y atención a las personas, etc., en el lugar que les pertoca, señalando no sólo la cuestionable división entre lo productivo y lo reproductivo, sino también mostrando cómo, el invisible universo de los cuidados y el expolio de la naturaleza, son la base sobre la que sostiene el mundo productivo. Dos explotaciones entrelazadas, la de los trabajos reproductivos nunca reconocidos y la depredación del planeta, que han dado lugar a una economía especulativa, que calcula beneficios sin tener en cuenta muchos de los costes acumulados, la deuda contraída para con las mujeres y el profundo surco de la huella ecológica.
Sin embargo, las mujeres no sólo han realizado trabajos relativos a la esfera reproductiva, sino que, desde siempre y en cualquier rincón de la tierra, han desarrollado múltiples profesiones: desde recolectoras de plantas y curanderas, a trabajadoras del campo, obreras en fábricas, maestras en escuelas, funcionarias en las administraciones públicas, escritoras, cineastas, ingenieras, costureras, diseñadoras, arquitectas, médicas y enfermeras, administrativas, profesoras universitarias, barrenderas, pescaderas, fotógrafas, porteras, cocineras, científicas e investigadoras, abogadas, juezas y un largo etcétera no abarcable en el breve espacio de la entrada de un blog…
Nosotras, el equipo que formamos parte de EqualCriteria, queremos sumarnos al ejercicio de reconocimiento de trabajos y trabajadoras a menudo invisibilizadas y hablaros del apoyo recibido por las becarias de la empresa: un tiempo, un esfuerzo y una creatividad inestimables, que han insuflado energía renovada a nuestro departamento. Así, en este intercambio entre experiencia y frescor, Criteria se ha llevado mucho de cada una de las compañeras que nos han ido acompañando en algún tramo del camino. Esperamos, por nuestra parte, haberles aportado, con nuestros conocimientos y metodologías de trabajo, elementos útiles para seguir creciendo como técnicas de igualdad y profesionales.
¡Gracias a todas vosotras por el tiempo compartido!