Acoso laboral: estrategias para hacerle frente

Se acerca el verano y para celebrar la llegada del calor, el mar y las vacaciones, reemprendemos nuestras entradas al blog que, últimamente, habían quedado algo descuidadas, fruto de un intenso final de primavera.

Hoy queremos traer a colación, de nuevo, un tema de triste actualidad en el mundo del trabajo: el acoso en el ámbito laboral. No por ser un tema ya tratado debemos dejar de abordarlo, puesto que el acoso continúa siendo una realidad ampliamente extendida.

El acoso laboral, sea cual sea su manifestación – sexual, por razón de sexo, de opción sexual o psicológico –, es siempre un atentado grave contra la dignidad, la integridad y la salud de las personas pero, además, conlleva consecuencias muy nocivas para el conjunto de la organización: tanto por el estrés y clima enrarecido que provoca entre compañeras y compañeros como por el absentismo, la rotatividad, el abandono laboral, el descenso de la productividad y los perjuicios económicos y legales que supone para la empresa.

Hoy queremos realizar una reflexión sobre cómo se lleva a cabo la gestión de estas situaciones en el ámbito empresarial. Cada vez más, existen organizaciones concienciadas de la gravedad de esta cuestión, que trabajan activamente por sensibilizar al conjunto de su equipo profesional, formar a personal de referencia y establecer mecanismos de prevención y abordaje como pueden ser los protocolos contra el acoso.

Sin embargo, a pesar de la buena voluntad y esfuerzo por erradicar el acoso del mundo del trabajo, las empresas todavía se enfrentan a diversos obstáculos que, a menudo, les impiden poder gestionar internamente situaciones de acoso sin que ello suponga un enorme desgaste para todas las personas que participan del proceso de resolución e, incluso, en ocasiones, un agravamiento del conflicto.

Entre las dificultades que las personas responsables de gestionar situaciones de acoso enfrentan están el hecho de contar con protocolos abstractos, elaborados para cumplir con la normativa legal pero con escasas orientaciones prácticas sobre el procedimiento concreto a seguir; la dificultad de mantenerse imparciales cuando en la situación denunciada están involucradas personas a las que conocen y sobre las que tienen opiniones, afinidades, encuentros o desencuentros forjados; la elastificación del proceso que acaba rebasando casi siempre el período estipulado para su resolución o la dificultad de garantizar que todas las personas involucradas en la investigación respeten el principio de confidencialidad.

Otro aspecto que a menudo no se señala pero que, desde nuestra experiencia hemos detectado, es la ausencia de perspectiva de género en estos procesos. El componente de género, las relaciones estructurales entre los sexos – basadas en creencias y estereotipos sociales fuertemente arraigados que normalizan ciertas conductas y penalizan otras que se salen de los patrones de género establecidos -, marcan profundamente muchas situaciones de acoso, especialmente de acoso sexual o de acoso por razón de sexo u opción sexual, aunque no únicamente. La negación de la marca de género (o su desconocimiento) en la resolución de situaciones de acoso, abordándolas como si se trataran de conflictos neutros, hace que en muchas ocasiones no se atajen las causas reales del acoso, dejando el terreno abonado para que la situación se repita.

arbitra

Por este motivo, desde EqualCriteria, cada vez más, apostamos por un trabajo profundo de transformación cultural en las empresas, de sensibilización y formación de los equipos en materia de acoso y por la revisión constante de los protocolos de prevención y actuación, con el fin de garantizar su adecuación a las circunstancias reales de la empresa y de las personas que trabajan en ella. Y, cuando todas estas circunstancias no se dan, defendemos procesos de arbitraje externos, llevados a cabo por profesionales imparciales, con sólida experiencia en la materia, capaces de acompañar a la víctima y a la empresa y de ofrecer vías de resolución prácticas, realistas y dentro del marco de la legalidad.

En todo caso, como siempre, en EqualCriteria apostamos por formas de actuación que preserven la dignidad de las personas, erradiquen toda discriminación y contribuyan al bienestar de todas y todos.