Fuente: www.mujeresenlahistoria.com
Finalizamos nuestro monográfico con un post sobre el papel actual de la mujer en política.
El primer apunte que queremos hacer es que vivimos en un mundo globalizado. Cada vez más, las decisiones que se toman en una parte del globo van a tener profundas implicaciones en la otra.
La importancia que tiene la representación en este campo es capital. Si nos atenemos a la distribución de roles y espacios tradicionales, la mujer no está en representatividad en esta esfera pública. Esto quiere decir que su poder de toma de decisiones en cuestiones esenciales limita el ejercicio pleno de su ciudadanía. La igualdad de género no es una cuestión secundaria; requiere regulaciones específicas y un tratamiento prioritario, así como una rendición de cuentas respecto de los compromisos adquiridos por parte de las administraciones públicas.
A propósito de este post, queremos recordar que el 1 de octubre de 1931 las mujeres obtuvieron el derecho al voto en España. La diputada Clara Campoamor reclamaba en su discurso ante las Cortes:
“¿No refluye sobre ellas toda la consecuencia de la legislación que se elabora aquí para los dos sexos, pero solamente dirigida y matizada por uno?”
El voto femenino supuso un empuje a su inclusión en el espacio político y de toma de decisiones. No obstante, a pesar de los avances logrados como votantes, candidatas o representantes, el liderazgo y la participación política de las mujeres siguen estancados. Existen obstáculos estructurales e ideológicos: la baja valoración de las capacidades y aportaciones de las mujeres a la práctica política, contemplada desde una óptica masculina; la falta de estructuras y programas que promuevan su participación, así como una cultura política discriminatoria; y una mayor responsabilidad familiar, suponen impedimentos importantes.
De reciente aparición, el Informe Global de la Brecha de Género 2016, del Foro Económico Mundial, refleja el liderazgo político como área de estudio. Si nos centramos en España, tal y como vemos en el gráfico a continuación, observamos que a nivel de empoderamiento político la mujer ha descendido en el ranking, a pesar de posicionarse actualmente como el país número 26. En datos más concretos, vemos el número de parlamentarias, ministras o presidentas y su distancia respecto de la paridad; en comparación con las otras áreas analizadas, España se sitúa lejos de ella. Así, la brecha entre mujeres y hombres en empoderamiento político es amplia a nivel global: el 23%, continuando una tendencia lenta pero estable de mejora.
Extractos del Global Gender Gap Report
Para finalizar, queremos destacar dos textos extraídos de:
→La Plataforma de Acción de Beijing:
“Las mujeres que ocupan puestos políticos y de adopción de decisiones en los gobiernos y los órganos legislativos contribuyen a redefinir las prioridades políticas al incluir en los programas de los gobiernos nuevos temas que atienden y responden a las preocupaciones en materia de género, los valores y las experiencias de las mujeres y ofrecen nuevos puntos de vista sobre cuestiones políticas generales.
Al abordar la cuestión de la desigualdad entre la mujer y el hombre en el ejercicio del poder y en la adopción de decisiones a todos los niveles, los gobiernos y otros agentes deberían promover una política activa y visible de incorporación de una perspectiva de género en todas las políticas y programas, de modo que antes de que se adopten las decisiones se analicen sus efectos para la mujer y el hombre, respectivamente.”
→La resolución aprobada por la Asamblea General en 2011, sobre la participación política de las mujeres (A/RES/66/130), en que se reafirma «que la participación activa de la mujer, en pie de igualdad con el hombre, en todos los niveles de la adopción de decisiones, es indispensable para el logro de la igualdad, el desarrollo sostenible, la paz y la democracia».
————————————————————————————————————————————-
La intención que desde Criteria hemos tenido con este monográfico ha sido la de hacer un repaso a varias de aquellas áreas que reflejan la no consecución de la igualdad. No es una utopía; somos partidarias de luchar por ellas desde nuestra capacidad y posibilidades, porque es un tema con el que estamos firmemente comprometidas.
Nos gustaría invitaros a que reflexionarais sobre todo este contenido. Es una cuestión de inclusividad, pero también de justicia social y de derechos humanos. La representación es esencial porque nos muestra, nos hace partícipes del mundo y nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Queremos ser visibles porque somos parte.
Gracias por leernos.