#7N : Noviembre Feminista

El pasado 7 de Noviembre de este 2015 tuvo lugar en Madrid la primera Marcha Estatal contra las violencias machistas, convocada por el Movimiento Feminista en denuncia de la violencia sistémica perpetrada contra la mujer en todos los ámbitos. Al grito de ‘Nos queremos vivas’ y ‘Basta ya’, fue un rotundo éxito de convocatoria en su invitación abierta a la ciudadanía y sociedad civil de todo el país, con cerca de 500.000 personas asistentes según los datos referidos por la organización (http://marcha7nmadrid.org/, donde puede leerse el manifiesto elaborado), contando también la presencia sindical y política.

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Cartel de la convocatoria

 Cabe plantearse lo que representa la igualdad de género y, al mismo tiempo, por qué es tan importante utilizar una perspectiva de género que contemple la realidad desde una visión no hegemónica. Las reclamaciones hechas no son capricho ni privilegio; no debemos olvidar que estamos ante una cuestión de Derechos Humanos y libertades fundamentales, recogida en Convenciones Internacionales y que no debería aceptar cuestionamiento ni recorte.

Recordemos que el género no es innato ni biológico, sino una construcción social cambiante fundamentada en valores de socialización interiorizados desde el nacimiento. El patriarcado no es más que un sistema jerarquizado de ordenación social, cuya organización se nutre de la desigualdad, alimentando estereotipos de género para que los hombres se mantengan en posiciones de dominación, liderazgo y superioridad que sitúan al resto en situación de dependencia o marginalidad. Mediante la naturalización o normalización de estos valores, se transmiten y mantienen en el tiempo, sentando las bases de funcionamiento de las diferentes sociedades y culturas. A partir de estas atribuciones, se han asignado históricamente a las mujeres tareas subordinadas relacionadas con el cuidado, la crianza, los afectos, siempre dentro del ámbito doméstico; esto ha repercutido en una falta de representatividad, en una exclusión del ámbito público y de la toma de decisiones e incluso en la falta de remuneración de estas tareas, provocando una acusada feminización de la pobreza. Condicionadas, las mujeres han tendido a elegir unas profesiones frente a otras, respondiendo a expectativas creadas y con gustos dirigidos a lugares muy concretos, sufriendo en el camino discriminaciones debidas a la desigualdad de origen. El machismo sigue existiendo, aunque se manifieste en muchos casos de manera sutil en demostraciones de micromachismos; pero sigue legitimando la desigualdad y censurando a quienes no comulgan con su ideario.

Desde determinados sectores todavía hay una consideración negativa de las cuestiones de género, considerándolas falacias, falsos mitos, ideologías ajenas o incluso inexistentes. Por eso es tan fundamental la difusión, promoción, toma de conciencia y sensibilización; el hecho de llegar a primera plana de los periódicos y ser uno de los temas más comentados en redes sociales, al respecto de cómo se producen de manera reiterada violaciones de derechos. Lejos de avanzar, se ha retrocedido de manera alarmante. Y este retroceso no es justificable por la crisis económica, sino consecuencia de la política de austeridad implantada.

Así, la Marcha Estatal establecía una serie de exigencias para hacer un llamamiento a la acción al Estado español, entre los cuales se encuentran elevar a Cuestión de Estado la lucha contra las violencias de género, con un compromiso firme por parte de todas las instituciones y organizaciones; el desarrollo e implementación del Convenio de Estambul; el cumplimiento de las recomendaciones de la CEDAW; y una reforma de la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género para que incluya todas las formas de violencia contra las mujeres y no solamente la ejercida por parejas o ex parejas, como pueden ser la violencia sexual, el acoso laboral o la trata de personas con fines de explotación.

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                                   Pancarta en la fachada del Ayuntamiento de Madrid – publico.es

Para situar las reclamaciones, es necesario explicar qué es la CEDAW. Acrónimo de Convención por la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las mujeres, fue adoptada por las Naciones Unidas en 1979 y ha sido ratificada por 187 Estados entre los que se cuenta el Estado español; establecería una definición de la igualdad y cómo lograr su consecución.

“…la máxima participación de la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre, en todos los campos, es indispensable para el desarrollo pleno y completo de un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz.” (http://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/text/sconvention.htm)

Recientemente han sido publicadas las Observaciones Finales y Recomendaciones  llevadas a cabo por el Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la legislación y en la práctica del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y el Comité de la CEDAW, donde se suspende categóricamente a España en igualdad de género. Se han producido crecientes incumplimientos negados desde instancias gubernamentales, y aunque desde el Comité se reconoce el esfuerzo español en cuanto a la mejora del marco institucional y normativo, son numerosas las medidas sugeridas y graves las carencias. Entre ellas, la falta de datos fiables y de estadísticas desagregadas por sexo, así como la no incorporación de la perspectiva de género en el sistema educativo, las profesiones públicas y el ámbito empresarial. Es notoria la escasez de recursos y la reestructuración de mecanismos estatales; a modo de ejemplo, la eliminación del Ministerio de Igualdad, cuya restitución es solicitada. Igualmente preocupante, las propias mujeres desconocen sus derechos y cómo ejercerlos, a pesar de haber sido las mayores damnificadas en el ámbito laboral, existir en España una brecha salarial superior a la media de la Unión Europea y llevar a cabo dobles y triples jornadas.

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                                               Manifestantes en las calles de Madrid – disopress.com

Como podemos ver, son motivos de peso. Se han producido importantes avances y no debemos perder de vista la necesidad de Marchas como ésta, pero la lucha continúa y es diaria. Seamos conscientes de que más allá de la igualdad formal debemos luchar por una igualdad efectiva y presente, que nos acerque cada día más a una igualdad real.